La diputada panista Gabriela Salido urgió a las autoridades de la Ciudad acciones preventivas de mantenimiento al sistema de drenaje, ya que de no atenderse se corre el riesgo de que se presenten como sucede año con año graves inundaciones en las zonas bajas de la capital.
El periodo de lluvias en la Ciudad de México comienza en el mes de mayo y concluye en octubre, siendo el periodo de junio a septiembre donde existe el mayor riesgo de sufrir inundaciones debido a que es cuando se registran las precipitaciones pluviales en promedio más altas por año, lo anterior de acuerdo a cifras de CONAGUA.
Las inundaciones en la capital, detalló Salido Magos, “en muchas ocasiones se atribuyen a eventos meteorológicos atípicos donde la precipitación supera la capacidad del suelo y del drenaje para absorberla”.
Sin embargo, dijo si a esto se suma la falta de mantenimiento o desazolve de registros, alcantarillas y del drenaje en general, las consecuencias generalmente son: daño al patrimonio de las personas, al mobiliario urbano y afectaciones severas en materia de movilidad.
Otros factores, agregó, “son los constantes cambios de uso de suelo en la ciudad y el aumento de áreas pavimentadas, la excesiva extracción de agua del subsuelo que provoca hundimientos en la ciudad y en algunos casos modifican las pendientes naturales de calles, que en el menor de los casos favorecen los encharcamientos”.
De acuerdo al Atlas de Peligros y Riesgos de la Ciudad de México, las Alcaldías más afectadas por inundaciones de muy alto impacto son: Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc y Venustiano Carranza, y aquellas con posibilidad de inundaciones de alto impacto son Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Tláhuac y Miguel Hidalgo.
De manera histórica diversas administraciones del gobierno de la Ciudad de México ha recomendado a la población tomar las siguientes medidas para mitigar inundaciones:
- No verter grasas ni sustancias corrosivas al drenaje
- No arrojar desperdicios o escombros en ríos
- No tirar basura en calles, barrancas o laderas
No obstante, “es necesario que las autoridades competentes refuercen las campañas de información hacia la ciudadanía sobre los riesgos y consecuencias de hacer caso a estas recomendaciones”, concluyo Gabriela Salido.