A fin de analizar estrategias de ‘chatarrización’ que coadyuven a reducir la saturación de los corralones, la diputada Gabriela Salido se reunió con empresas encargadas de esta tarea para analizar los procesos de disposición que implementan con los vehículos abandonados en vía pública.
La también presidenta de la Comisión de Uso y Aprovechamiento del Espacio Público afirmó que es necesario estudiar nuevos métodos para incidir en un futuro en el diseño de las políticas públicas en la Ciudad eficientes y amables con el medio ambiente que permitan el procesamiento de estos vehículos.
“Lo importante de esta mesa y de la que realizamos en pasado 22 de mayosobre autos abandonados, es entender el proceso completo que lleva a la ‘chatarrización’ y de esta manera comprender las limitantes y posibilidades que tenemos”, afirmó.
Rodolfo Hernández Reyes, director general de la empresa DERICHEBOURG Group, dedicada al reciclaje de materiales y que actualmente opera en el Estado de México, así Israel Velázquez, gerente de compras, explicaron de forma detallada el proceso que realizan para la ‘chatarrización’ de los vehículos, del reciclaje de los materiales que se obtienen y el impacto que esto conlleva para el ambiente.
A pregunta expresa de la legisladora, comentaron que el precio aproximado de compra de la tonelada de fierro por parte de su empresa es de dos mil pesos, lo que puede dar una idea del recurso que el Gobierno de la Ciudad podría obtener por este concepto.
Asimismo, coincidieron en señalar que un auto abandonado expulsa hasta 8 litros de aceite que es absorbido por el subsuelo, lo que finalmente resulta altamente contaminante. Sobre el proceso de cada auto, explicaron que para el desecho de baterías y llantas se envían a empresas especializadas para su reciclaje y aprovechamiento.
“Estoy convencida de que este tema es de corresponsabilidad, a final de cuentas después de escuchar la explicación de la empresa que nos acompañó el día de hoy en esta mesa, el procesar un vehículo no es sencillo ni barato y al final siempre quedan restos que no se pueden eliminar y que siguen contaminando”, apuntó Salido Magos.
Lo que, debe llevar a una reflexión respecto a la necesidad de cambiar nuestro estilo de vida en materia de movilidad en la capital, y la urgencia de coadyuvar con las autoridades para mejorar los procesos e implementar los mecanismos para procesar este tipo de desechos, finalizó.